El vaginismo es el dolor que se genera durante la penetración vaginal . El dolor se debe a una contracción involuntaria y sostenida de los músculos alrededor de la entrada vaginal. Esto trae aparejado dolor intenso durante el acto sexual o imposibilidad del mismo, que puede deberse a diversos factores como antecedentes de incomodidad con las relaciones sexuales, dolor previo de otra causa, factores psicológicos o estrechez física. Es importante aclarar que un 20% de la población femenina de todas las edades padece del vaginismo, inclusive adolescentes, pacientes mayores o aún pacientes con partos vaginales.
El tratamiento con toxina botulínica actúa como un relajante muscular para tener relaciones, ya que afloja los músculos de la entrada vaginal, relajándolos temporariamente. Es un tratamiento de consultorio, donde se aplica la cantidad mínima necesaria, con excelentes y rápidos resultados. La toxina botulínica es una droga muy potente para controlar el exceso de la contracción muscular perivaginal y se aplica mediante microinyecciones indoloras, ya que se usa anestesia local.
Una vez inyectado el bótox, la relajación vaginal arranca a los pocos días. El efecto del botox vaginal, dura aproximadamente 6 meses pero la gran mayoría de las pacientes sólo necesitan una aplicación, ya que al relajar los músculos durante ese tiempo se genera la confianza necesaria, para restaurar la actividad sexual.